Al teatro por los pelos

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“Al teatro por los pelos” es una exposición imprescindible para descubrir la peluquería en el mundo del espectáculo. En ella se reproduce un imaginario taller de peluquería y posticería de los años 40 y se homenajea la trayectoria de la Jefa de Peluquería del Teatro Español, Antoñita Viuda de Julián Ruiz ( por todos conocido como Julipi) y Premio Segundo de Chomón de la Academia de Cine.

Organizada por el Teatro Español para dar a conocer el oficio de la peluquería y la caracterización en espectáculos a través de la trayectoria profesional de Antoñita, la muestra, originalmente concebida para terminar en mayo, será prorrogada hasta el mes de Junio y es de entrada libre hasta completar el aforo.

En ella podremos ver fotografías de rodajes y de legendarios montajes teatrales, además de mostrar muchos útiles de trabajo de distintas épocas, pelucas y postizos, entre otras curiosidades.

Entre las fotografías destacan las producciones de Samuel Broston en las que trabajó el matrimonio Ruiz, como 55 días en Pekín, Doctor Zivhago, La caída del imperio romano o El Cid así como instantáneas de Los santos inocentes o El perro del hortelano en los que participó Antoñita.

Esta incansable trabajadora tuvo que maquillar gratis durante nueve películas los brazos y escotes de los actores y figurantes hasta poder aprender su oficio y tener su carné del sindicato del espectáculo, siempre cerca de su marido.

El 1er Maquillador Julipi, cuenta Antoñita, fue el responsable de que Omar Sharif fuera el protagonista de Doctor Zhivago. Habiendo sido rechazado tras su primera prueba, una peluquera italiana acudió a Julipi en busca de ayuda para transformarle y lograr una segunda prueba. El maquillador decidió rasurar su cabellera parcialmente, quitarle el bigote, ponerle lentillas y caracterizarlo de tal modo que logró el papel.Con razón en las grandes producciones norteamericanas dejaron de traer sus propios maquilladores al ver su talento y pasaron a confiarle estos trabajos que han quedado en la memoria de todos nosotros.

Antoñita atesora recuerdos de las bellezas de Hollywood y cuenta con cariño como trabajaba con una Ava Gardner, seria y un poco distante, o una bellísima Sofía Loren, mucho más cercana. Pero no los narra desde retiro sino desde el Teatro Español donde, a sus estupendos 85 años, continua trabajando con sus fieles ayudantes Susana y “Chemita”.

Acompaña a la exposición un libro que recoge su biografía y gran cantidad de material gráfico, así como un glosario con más de 700 términos de la peluquería y posticería que harán las delicias de los enamorados de este mundo profesional.

Felicidades, Antoñita, por una vida profesional tan maravillosa e inspiradora.